viernes, 20 de diciembre de 2013

Costa da Vida


"Costa da Morte"; funesto nombre sobre el que hablan dos pescadores. Puede que aquí se venga a morir (esos naufragios causa de la denominación), sin embargo aquí la vida se abre paso vigorosamente ya sea en forma de paisaje natural o con la presencia humana. Quizás lo que más le achaco a la película es la falta de la presencia animal. No es que no aparezcan, pero las pocas veces que aparecen son totalmente a merced del ser humano (caza de zorros, rapa das bestas...). Aunque visto en cierto modo puede tener más sentido así (¿dónde está esa población de conejos que recuerdan los mayores de las aldeas?, ¿cuándo vemos un zorro si no es atropellado en una carretera comarcal?)

Lois Patiño (junto con Carla Andrade) viajó durante varios meses por la Costa da Morte en su furgoneta, con una cámara, buscando planos, momentos (paisajes nebulosos, el viento, un incendio...). A veces rodaba en la distancia a unos personajes y luego se acercaba a conversar con ellos para grabar los diálogos. Y es que el sonido de la película fue prácticamente en su totalidad creado en posproducción estableciendo una contraposición entre los grandes planos generales con los personajes alejados y el sonido de estos en primer plano.



El resultado es un cruce entre la observación pura y el costumbrismo galaico con más sentido del humor. La interacción del hombre con el medio es el tema principal de la película; a veces es sutil y a veces salvaje. En los diálogos de los personajes (que son los que aportan el punto humorístico) se adivina un deseo (involuntario) de indagar en la huella genética legendaria de esta zona como una especie de trasunto de lo que hacía Lorca en su Romancero gitano (salvando las distancias) aunque a quien parafrasea es a Castelao: 'Nun entrar do home na paisaxe e da paisaxe no home creouse a vida eterna de Galiza'.

Así, la película de Lois Patiño es un interesante camino para el cine gallego que parece tener cierto éxito en los certámenes internacionales con este tipo de propuestas ("Arraianos" de Eloi Enciso también fue una película laureada en el circuito de festivales) ya que en lo que respecta al "cine comercial" seguimos con el mismo estancamiento de siempre.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Werner Herzog: Pequeños momentos con importancia.



Werner Herzog a menudo incluye en sus documentales escenas que unas veces pueden quedar como simples anécdotas y otras aprehender algo de la esencia de la obra. Estas escenas suelen ser o bien momentos musicales, o bien fragmentos en los que su voz (privilegiado narrador) cobra especial importancia a la hora de conjugarse con las imágenes.


  • El epílogo de La cueva de los sueños olvidados:



"En el Río Ródano se encuentra una de las centrales nucleares más grandes de Francia. La Cueva de Chauvet se encuentra a sólo 30 km de aquí en una arboleda, tras las colinas del fondo. Un excedente de agua caliente es usada para enfriar los reactores se desvía a un lugar a 700 m de aquí para crear una biosfera tropical. El vapor caliente llena los enormes invernaderos y la instalación se expande. Se han introducido cocodrilos en este criadero aclimatado con el agua usada en los reactores. Y vaya si proliferan... Ya hay cientos de ellos. No resulta sorprendente que haya mutantes albinos nadando y respirando en estas aguas. Nace una reflexión de este ambiente surrealista. No hace mucho apenas unas decenas de miles de años atrás aquí había glaciares de 2700 m de grosor y ahora se está extendiendo un nuevo clima tropical. Muy pronto estos albinos podrían alcanzar la Cueva de Chauvet. Al ver las pinturas... ¿Qué pensarían de ellas? Nada es real. Nada es cierto. Es difícil determinar si estas criaturas se están dividiendo en sus propios "dobles fantasmas". Y... ¿en verdad se encuentran? ¿O es sólo su reflejo imaginario? ¿Somos nosotros como cocodrilos asomados al abismo del tiempo cuando observamos las pinturas de la Cueva de Chauvet?"


  • El perro de la Taiga en Happy People: A Year in the Taiga.


"Es el último día de diciembre, está inusualmente templado, con 33 grados bajo cero. Anatoly, como todos los demás cazadores, volverá a la aldea para el Año Nuevo. El viaje consiste en 150 km a lo largo del río congelado, y notamos que el perro de Anatoly nunca viaja en motonieve. Cubre toda la distancia  corriendo detrás. Por la noche, él continúa corriendo. Finalmente, la aldea de Bahkta aparece a la vista. Y aquí llega el perro."


  • La danza del acantilado en El diamante blanco:




  • El pingüino alienado de Encuentro en el fin del mundo:




  • El final del homenaje a Klaus Kinski en Mi enemigo íntimo:


"Y le veo con una mariposa, muy suave, muy ligero. La pequeña criatura no quiere separarse de él y confía en él. A veces me parece que Klaus mismo se convierte en mariposa. Y todo lo que había entre nosotros desaparece. Y todo está bien. Aunque mi mente se resista, algo me dice dentro de mí que me gustaría recordarle así."



  • El zorro de Grizzly Man:


"A mí también me gustaría intervenir en su defensa. No como ecologista, sino como documentalista. Él captó momentos improvisados tan gloriosos.Momentos que los directores de estudio y todos sus equipos nunca imaginaron."



  • La canción popular rusa en Las campanas del alma:





  • La balada del pequeño soldado:

miércoles, 26 de junio de 2013

Koyaanisqatsi, documentando profecías.

ko.yaa.nis.qatsi (de la lengua Hopi), m.
1. vida loca. 
2. vida en tumulto.
3. vida desequilibrada.
4. vida en desintegración.
5. una condición de vida
que clama por otra manera de vivir.

Traducción de las Profecías Hopi cantadas en la película 
"Excavar riquezas de la tierra es cortejar al desastre."
"Al acercarse el día de la Purificación, se tejerán telas de araña a lo largo del cielo."
"Podría ser que algún día sea arrojado del cielo un receptáculo de cenizas que queme la tierra y evapore los océanos."


Lo que en los primeros minutos podría parecer una asociación abstracta de imágenes pronto empieza a cobrar sentido como un todo, como un mensaje universal. Si bien en la interpretación de imágenes también hay unos códigos culturales, estos no son tan definitorios como puede ser un idioma para la literatura. Y aquí, este documental lo podría ver alguien venido de otro planeta y aún así entenderlo.


La primera sucesión de planos pone de manifiesto la grandeza del paisaje terrestre: cañones, desiertos, montañas, cuevas, campos, cascadas, el cielo... para a continuación introducir la acción humana como agresora sobre el medio: minería, torres de alta tensión, pruebas nucleares...


Se muestra la vida frenética en las ciudades, las creaciones humanas, la dejadez de muchas de ellas y la destrucción de algunas. La interacción directa con la naturaleza sin ser en prejuicio de esta a penas se muestra en un par de ocasiones. La más significativa de ellas presenta a una familia durmiendo despreocupada en la playa para con una lenta panorámica ascendente revelar la inquietante presencia de un complejo industrial a escasos metros.







La imágenes de la vida urbana son frenéticas: centros comerciales, autopistas, fabricas... A veces, la cámara persigue la mirada del individuo por las calles de la ciudad, pero exceptuando los planos posados,  estos se suelen mostrar escépticos y esquivos.



De noche por la ciudad, nos movemos como máquinas, como impulsos eléctricos por un tejido urbano que bien podría formar parte de un chip electrónico como bien apunta el intercalado de imágenes varias de vistas aéreas y circuitos.






Parece indicar que el curso de la Historia es una carrera, una huida de nuestra propia naturaleza hacia un comportamiento más sistemático. Huida como la carrera espacial, pero condenada al fracaso como ese cohete del final que estalla y emprende una larguísima caída en círculos hacia el planeta de nuevo, cumpliendo la profecías.




miércoles, 20 de febrero de 2013

Tesoros enterrados




Paul Haggis brinda aquí a Clint Eastwood un magnífico libreto el mismo año en que estrenaba Crash, aunque ambas compitieran en los Oscar en años distintos. Al final Million Dollar Baby ganó el Oscar a mejor película y Paul Haggis se tuvo que conformar con una nominación al mejor guión adaptado. Pero al año siguiente Crash ganaría el Oscar a mejor película y Paul Haggis el de mejor guión original.

Llegados a este punto supongo que ya os habréis dado cuenta de que he venido a hablar del guión más que nada ya que supongo que se habrá dicho todo del bueno de Clint a estas alturas.

                                     


En el segundo visionado de esta película me he fijado en el magnífico guión que tiene y que me ha recordado al de El Apartamento (Billy Wilder). ¿Por qué? Por todos esos tesoros enterrados que se pueden encontrar en él. ¿A que me refiero con tesoros enterrados? Supongo que los que hayáis visto El Apartamento recordaréis la importancia en la trama de detalles como un espejito roto, una raqueta de tenis con la que se escurren unos espaguettis, la pistola de la cuál Jack Lemmon cuenta una historia a Shirley McLanne para consolarla...

Pues bien, en Million Dollar Baby también encontramos algunos de éstos 'tesoros enterrados' —la denominación no es mía (Un yacimiento de espejos)— que emergen al final de la película y que pasaré a exponer:

                                        
En una escena de la primera hora de la película Clint Eastwood le dice a Hilary Swan "Ya descansarás cuando hayas muerto". La frase quedaría en anécdota si no fuese porque al final será él mismo quién le tenga que quitar la vida para que pueda descansar y para los que recuerden aquella frase cobrará unos visos fatalistas enormes.
                                         

En la segunda hora de película Hilary Swank le cuenta a Clint Eastwood cómo de niña tenía un pastor alemán al que quería mucho, pero que tenía los cuartos traseros muy mal lo que le obligaba a arrastrarse sobre las patas delanteras. Le dice que un día su padre se lo llevó en su furgoneta al bosque; al volver el perro no estaba y vio la pala en la parte de atrás suponiendo sú destino. Cuando al final de la película ella está paralizada en la cama, y después de que le hayan amputado la pierna izquierda, le dice a Clint: "¿Recuerda lo que mi padre hizo por Axel?". Axel era el nombre del perro, por lo que todos entendemos lo que quiere decir. Aunque él no quiera ni oir hablar de eso al final tendrá que desempeñar la misma labor que el padre en esa relación paterno-filial que mantienen. Recordemos que Clint por alguna relación que desconocemos no se relaciona con su hija —a pesar de que le escribe todas las semanas ella siempre devuelve las cartas— y la relación de Hilary con su familia —el padre muerto— es distante y basada en la incomprensión.

El último detalle que quiero comentar es el de la tarta de limón casera que Eastwood dice que tanto le gusta y pregunta a Hilary si en el lugar donde trabaja la hay. Ella le dice que sí, de lata, pero esa no es a la que él se refiere. Tras visitar a la familia de ella, en el viaje de vuelta, le hace parar en un sitio donde hacen la mejor tarta de limón casero de la zona, a él le encanta y se pregunta si venderán ese sitio, ya que tiene unos ahorros. La trama sigue y al final, mientras el narrador dice que espera que haya ido a un lugar en el que tuviera paz, entre cedros y robles, volvemos a ver vagamente desde fuera el establecimiento donde habían tomado la tarta. Fundido a negro. Fin.

                                             

domingo, 10 de febrero de 2013

Casi una cuestión de fe.


Da-reun na-ra-e-suh (In Another Country) es la última película, hasta la fecha, de Hong Sang-Soo. Desconozco el resto del cine de Sang-Soo así que no puedo valorar su obra en conjunto, pero si puedo decir que en esta película se ve el interés del director por los mecanismos de la representación y la creación de ficción.


La película trata de una chica que decide escribir un guión sobre varias mujeres extranjeras que viajan a Corea por diferentes motivos. Isabelle Huppert interpreta a las tres extranjeras y las historias se desarroyan todas en los mismos escenarios. El resultado final puede suscitar críticas por lo artificial de las situaciones e interpretaciones, pero significa no haberla entendido. Lo que algunos pueden interpretar como cosas negativas es lo que a mi me resulta verdaderamente interesante de ella.


El film, en realidad, versa sobre la chica que escribe el guión; en los tres diferenciados relatos que hay dentro de él, se destila la búsqueda de la naturalidad en la ficción, los bosquejos de guión que se escriben antes de llegar a un resultado satisfactorio. Las películas que hay dentro de la película tratan sobre la película de la que forman parte, sobre lo que hay en la mente de la joven escritora, sus personajes estereotipados infantiles y las situaciones con verdaderamente poco sentido.


Todo esto, plasmado en la pantalla por otro director podría convertirse en una orgía para la vista, pero Sang-Soo opta por una planificación bastante sencilla; no mueve la cámara nunca del sitio y sólo usa el zoom en algunas escenas para reencuadrar. Ya desde los títulos de crédito del principio se sugiere el aire infantil del relato (usando una caligrafía que recuerda a la de un niño). Es de suponer que el director ha querido "crear" lo menos posible en una cinta que trata sobre eso mismo, limitándose a "estar ahí". Así, la película se desarroya de una forma bastante ingenua, casi como una película de dibujos animados.



Es, en suma, uno de los ejercicios de metaficción más elaborados y más simples (estos dos conceptos no tienen por qué ser incompatibles) de los últimos años. La escritora se dedica a la búsqueda de las palabras, con mayor o menor acierto, así como en la película Isabelle Huppert busca por el pueblo un faro. Y es que, al fin y al cabo, crear literatura es como una búsqueda de las palabras entre la niebla: la mayor parte del tiempo infructuosa, pero a veces iluminada por la luz de la inspiración. Casi una cuestión de fe.